lunes, 27 de septiembre de 2010

J. Perez


Cubo de hielo de congelador, domesticado y desdentado, limitado a incubar en una cubeta plástica y destinado a morir en un vaso. Triste final para el heredero de toda una edad terrestre.

Pedazo de mierda de nevera, sin haber crecido golpeado por la brisa del páramo, ni por el aliento del ártico, apenas con vida de pollo de corral, esnifando el estertor sintético que un tubo gaseoso y una caja de lata pueden ofrecerle.

Poco hay que esperar de un sujeto tan adiestrado, apenas desear que en un ataque de conciencia la lengua de un infante desmiembre o que las manos de alguno queme. De esta forma redimiría algo de la dignidad que como buen muchacho domesticado ha perdido.


Ilustración por Corchito: http://www.flickr.com/photos/radiocorchito/

viernes, 10 de septiembre de 2010

Fría


Siempre la vi fría, con los ojos cerrados.
Exhalaba un pálido aliento propio de los santuarios.