martes, 22 de octubre de 2013

Trinehka



La pequeña Trinehka sonríe y mira tranquila la inmensidad de la sabana que le saluda con un susurro frío que se cuela cada mañana por una diminuta rejilla de su casa.

Se despereza y acaricia desprevenidamente a Minsk, un gracioso zorro cobrizo que le visita día tras día justo cuando entreabre su ventana.

Toma su corona y fija su vista más allá de las colinas, al sur, en dirección al mar; con seguridad un día sus dominios se expandirán hasta allá, pero por ahora Trinehka solo sonríe y mira tranquila la inmensidad de la sabana.

jueves, 19 de septiembre de 2013

La Matriz



A la gente buena le pasan cosas buenas
A la gente mala le pasan cosas malas.

A la gente buena también le pasan cosas malas y
A la gente mala también le pasan cosas buenas.

Fin

lunes, 15 de julio de 2013

Breve guía del autoestopista galáctico realista. “Eres una criatura del universo” vol.2



Los hombres no son Marte ni las mujeres de Venus. Las agrestes condiciones de ambos planetas no permiten germinar ninguna forma de vida como la conocemos.

Para afirmar con propiedad que alguna entidad "es un sol", debe ajustarse a la descripción de una amarilla de tipo espectral G2.

Es imposible que una persona "viva en la luna" sin los sistemas vitales y el soporte que le proporciona el traje espacial adecuado.


jueves, 25 de abril de 2013

Plan Dental





- ¡Buen día doctor Carlos! Con José…

- ¡Hola Joselito! ¿Cómo estás?

- ¡Bien, pero un poco demorado doctor, ¡para eso lo llamaba! Me cogió un poco la tarde, pero ya estoy a cinco minuticos…

- Dale perfecto, nos vemos por acá, ¡un abrazo!


José Rodríguez no se encontraba a 5 minutos del consultorio odontológico al que asistiría para cumplir su cita, a decir verdad, 15 minutos más fue lo que le tomó llegar al vetusto edificio de ladrillo rojo ubicado en Chapinero, tomar el ascensor, presionar el botón que lo llevaría al séptimo piso, entrar y ubicarse apresuradamente en una silla de la sala de estar, como si con ello consiguiera engañar a alguien y aparentar que llevaba allí un largo tiempo de espera.

 “Sigue Joselito, es tu turno” emitió el altoparlante al rato con una notable distorsión robótica, producida muy probablemente por los años en servicio del equipo.

Luego de una breve e intrascendente charla, José se reclinó en la silla y Carlos se dispuso a iniciar su trabajo. Pasada una media hora el teléfono ubicado en el escritorio del consultorio repicó, Carlos estiró acrobáticamente uno de sus brazos para alcanzar el botón de altoparlante y atendió la llamada mecánicamente:


- ¡Buen día doctor Carlos! Con José…

- ¡Hola Joselito! ¿Cómo estás?

- ¡Bien, pero un poco demorado doctor, ¡para eso lo llamaba! Me cogió un poco la tarde, pero ya estoy a cinco minuticos…

- Dale perfecto, nos vemos por acá, ¡un abrazo!



A pesar de encontrarse ligeramente sedado e imbuido en sus pensamientos, José no pudo evitar notar la extraña casualidad de que un sujeto llamado igual a él, con una voz muy similar, llamara a su odontólogo y sostuvieran una conversación calcada exactamente de la que él mismo había tenido hace apenas escasos minutos.

“¡Esperen, no cuelguen!” increpó José desde la silla apenas como pudo, debido a la incomodidad para hablar producida por los instrumentos odontológicos incrustados en su boca…


- ¿Me escucha? ¿Us… us… usted también se llama José? Mucho gusto, yo me llamo José Rodríguez…


“Eso no es ninguna sorpresa para mi, yo también me llamo José Rodríguez” exclamó enigmáticamente la voz al otro lado de la línea.

Carlos, el odontólogo, apenas reaccionó y pareció caer en cuenta de lo irreal de la conversación que en ese mismo instante se estaba llevando a cabo en su consultorio.

“Sus voces son iguales” pensó, “con la diferencia de que el hombre del teléfono pareciera estar acostumbrándose a hablar con la prótesis de una pieza frontal recién instalada”


“¿Por qué me dice que no es ninguna sorpresa?” exclamó José con voz temblorosa.


-  Por que usted será yo y yo fui usted…


José entró en pánico, sus fuertes convicciones religiosas, nunca le habían permitido siquiera soñar con posibilidades diferentes a las que siempre había dado por sentadas. ¿Era el un “hombre duplicado” acaso? ¿Estaba realmente hablando con una replica de él mismo del futuro? ¿Son posibles los viajes en el tiempo? y ¿Qué hay del paraíso justamente merecido por cada quien y la singularidad del ser, si él mismo y en ese preciso momento se encontraba hablando con su gemelo idéntico?

Para añadir dramatismo a la situación, José Rodríguez, el misterioso hombre al final del otro extremo de  la línea, soltó una risotada escandalosa, contuvo por unos momentos su respiración y continuó:


-  ¡Hermano! ¿Es que usted no lee las noticias? ¡José Rodríguez es el nombre más popular de la ciudad más poblada del país y simplemente compartimos un odontólogo de los muchos que hay en la zona posiblemente más llena de odontólogos del mundo!

¡Jajaja! no les sigo haciendo perder más el tiempo… ¡Jaja! Chao José, “mi yo fotocopiado”… Chao doctor Carlos, ¡nos vemos al rato!…


José y su odontólogo se miraron aliviados, sonrieron y muy seguramente se sintieron algo tontos por haber caído en semejante patraña, sin embargo, ese leve movimiento de la sonrisa en una boca llena de instrumentos puntudos y afilados se amplifica y fue suficiente para que junto con un torpe y desprevenido movimiento de Carlos, la fresa perforara uno de los dientes de José, arruinándolo irremediablemente.

Resumen de daños: “Extracción de la pieza e instalación inmediata de una prótesis frontal”

Suena el teléfono.

jueves, 14 de marzo de 2013

Breve guía del autoestopista galáctico realista. “Eres una criatura del universo”




En el vórtice de la Gran Mancha Roja de Júpiter, después de la tormenta nunca llega la calma, sencillamente por que la tormenta no termina.

Detrás de la densa capa de nubes de Venus, siempre brilla el sol, y te destruiría si tan solo consiguieras mirarlo.

En Sedna cuanto más oscura es la noche, más cerca está el amanecer, aunque esto no tiene relevancia alguna, ya que día y noche transcurren prácticamente en absolutas tinieblas.