Los hombres no son Marte ni las mujeres de Venus. Las agrestes condiciones de ambos planetas no permiten germinar ninguna forma de vida como la conocemos.
Para afirmar con propiedad que alguna entidad "es un sol", debe ajustarse a la descripción de una amarilla de tipo espectral G2.
Es imposible que una persona "viva en la luna" sin los sistemas vitales y el soporte que le proporciona el traje espacial adecuado.