Se dice en los pasillos de la ABC que el amo absoluto, la estrella central, el capo de la historia del peor y por supuesto más exitoso show infantil de todos los tiempos era el avión de los Teletubbies.
¿Un avión en los Teletubbies? pero en ese mundito de mierda en el que viven ¿para que necesitarían un avión?; Lo que muchas personas ignoran es que la limitada fantasía plástica en la que estos 4 peleles comen, cagan e incluso tal vez cogen, no es más que un ajuste de presupuesto de última hora hecho por el productor ejecutivo de la cadena.
En su versión original había un planeta Teletubbie, uno tristemente muy parecido a la tierra, en el que estos 4 rockstars alucinados abordaban su avión y se iban a recorrer el mundo desperdigando idiotez edulcolorada y balbuceos seudoeducativos.
Claro, en el delirio creativo de los genios que se mataron para traer hasta nuestros hogares este edificante espectáculo, el avión no podía ser un avión normal, uno cómo el que tú y yo abordaríamos con pasajes de una aerolínea comercial, este no; aquel armatoste era gigante y parecía de plástico, y no tenía tripas ni huesos de Teletubbie aunque por fuera lucía cómo uno de ellos, si no espacio para acomodar equipaje, cámaras y lindos sillones de felpa.
¿Pueden creer que un avión con tan buena onda se quedara por fuera del show?
Había un problema, un gran problema que los diseñadores nunca tuvieron en cuenta, ¡El jodido avión tenía una enorme boca y para rematar unos enormes y relucientes dientes blancos! El chico que se lo craneó pensó que sería buenísima idea, los paneles de prueba del programa piloto del show realizados en el segmento de amas de casa y niños de 2 a 8 años demostraron que no lo era.
Ahora tenían un armatoste enorme que parecía de plástico y tenía la sonrisa más blanca y más perfecta del mundo pero no les servía para nada. ¿Para nada?
!Bingo!
Un genio de Unilever logró ver el piloto del show y se percato de la buena onda que podría tener un avión gigante con una gigante sonrisa para el lanzamiento de su nuevo dentífrico infantil : "JET sabor frutilla", la concepción original del producto estaba dirigido a : "chicos de acción, rudos, pero que disfrutan de la frescura y el buen sabor que les deja el dentífrico al cepillarse en las mañanas" por supuesto el sabor no debía ser frutilla, ¿que acaso esto tiene importancia o sentido? En cualquier caso, el sabor no debía ser frutilla, esto fue la ocurrencia de otro genio de los laboratorios que junto con un panel de expertos determinaron que "la frutilla se convertirá en el nuevo Cool Mint"
!Anotación!
Tenían el modelo perfecto para su nuevo dentífrico de frutilla JET, el cual era el avión con mejor onda del planeta, los niños lo adorarían, las mamás se morirán por comprárselo a sus hijos... error.
Nadie contó con la forma fálica del aparato, esto logró perturbar a algunos niños que se mostraron temerosos y confundidos ante las pruebas piloto del comercial, sin embargo esto no logra minar la moral y los intereses de una empresa cómo Unilever !Claro que no! de hecho notaron de la manera más insólita que !Los chicos desde muy chicos tienen inquietudes sexuales!
La idea: explotar esta temprana fijación
La solución: !un consolador varonil infantil!
¿¿¿!!!Un consolador varonil infantil!!!??? gritaron los ejecutivos en coro ¿!Pero cómo!?, parecía demasiado enfermo, demasiado descabellado ¿Para niños?... definitivamente era demasiado, pero los hombres de Marketing tenían la solución perfecta, el racional ideal, sabían que las madres consientes del nuevo milenio no enviarían a sus retoñitos directo al mundo de las ETS por más que quisieran darles gusto en todo
!Eureka!
Las mamás serán felices y el consolador varonil infantil será el éxito de la próxima temporada navideña ¿Y para las niñas? preguntaron emocionados los demás ejecutivos en coro.
"Nuestros más recientes estudios demuestran que a las niñas del mañana únicamente volverá a preocuparles su aspecto, cero intelecto, cero conciencia social, eso fue algo muy del viejo-nuevo milenio" citó uno de los ejecutivos aferrado a su Laptop.
!El cabello! ! la clave está en el cabello! grito excitada una de las ejecutivas, y que mejor para el cabello que un planchita portátil...
Idea tras piloto, estudio tras comercial, Juan, recostado en su sillón en la esquina más sombría de la sala sólo asentía con la cabeza. Le sacaban de quicio los malos programas infantiles, no quería saber de aviones estúpidos que abren y cierran la boca, le parecían un poco aberrantes los consoladores varoniles infantiles y le importaba aún menos lo que un insulso estudio pudiera decirle sobre la supuesta mujer del futuro.
Juan sólo pensaba en una cosa, en su antigua banda country-rock "Los Osos Grizzly" en la que él tocaba el banjo. Él era el oso a secas por que era el más experimentado, para los demás había calificativos cómo: Pedro el oso Panda (en los teclados), Oso Pardo Martínez (Contrabajo) e Ibarren "Oso loco" Polar (Claxon y percusión).
Juan, el oso, no quería seguir trabajando para una apestosa multinacional. Juan, el oso a secas, sólo quería pensar en la letra de una nueva canción !una buena! sólo así y sólo tal vez así le considerarían para volver a saltar a la tarima y ser una vez mas parte del otro show.

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